Tras entornos, utilizados como enterramiento, durante el calcolítico peninsular

El calcolítico peninsular fue un período de la prehistoria que se caracterizó por el uso de herramientas de cobre y piedra. Durante este tiempo, se desarrollaron diferentes prácticas funerarias que nos permiten conocer más sobre las creencias y rituales de las comunidades de la época. Uno de los tipos de enterramiento más interesantes son los tras entornos, que consistían en utilizar espacios naturales como cuevas, abrigos rocosos o dolinas para depositar los restos humanos.

Estos tras entornos se convirtieron en auténticos lugares sagrados para estas comunidades, donde se realizaban ceremonias y rituales relacionados con la muerte y el más allá. Además de los restos humanos, también se encontraban objetos rituales y ofrendas que nos dan pistas sobre las creencias religiosas y la organización social de estos grupos. El estudio de estos entornos funerarios nos permite entender mejor cómo vivían y pensaban estas sociedades hace miles de años, y cómo afrontaban la muerte y el tránsito hacia el más allá.

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Descubre los misterios del Calcolítico

El Calcolítico, también conocido como la Edad del Cobre, fue un período histórico que se sitúa entre el Neolítico y la Edad del Bronce. Durante esta época, ocurrieron importantes cambios en la sociedad humana, marcados por el inicio de la metalurgia del cobre.

Durante el Calcolítico, los seres humanos comenzaron a utilizar herramientas y armas fabricadas con cobre, lo que supuso un gran avance tecnológico. Este metal era más fácil de trabajar que la piedra, lo que permitió la creación de objetos más duraderos y eficientes.

Una de las características principales del Calcolítico fue el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Los seres humanos comenzaron a cultivar diferentes tipos de plantas, como el trigo y la cebada, y a criar animales para obtener carne, leche y otros productos. Esta nueva forma de vida sedentaria permitió el establecimiento de comunidades más estables y el surgimiento de las primeras aldeas y ciudades.

Durante el Calcolítico también se produjo un importante desarrollo cultural. Se comenzaron a construir monumentos megalíticos, como los famosos dólmenes y menhires, que todavía hoy en día nos sorprenden por su tamaño y complejidad. Estos monumentos fueron utilizados con diferentes propósitos, como rituales religiosos o marcadores de territorio.

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Además, durante esta época también se produjo un aumento en el comercio y los intercambios entre diferentes comunidades. Se han encontrado restos de objetos de origen lejano en distintos yacimientos arqueológicos, lo que indica que existía un sistema de intercambio comercial bastante desarrollado.

Materiales en la Edad de Cobre

En la Edad de Cobre, se utilizaban principalmente tres tipos de materiales: cobre, bronce y cerámica.

El cobre era el material más utilizado en esta época. Se extraía de minas de cobre y se trabajaba mediante la técnica de fundición. El cobre era utilizado para la fabricación de herramientas, armas y objetos decorativos. También se utilizaba para la realización de joyas y adornos personales.

El bronce era otro material muy importante en la Edad de Cobre. El bronce es una aleación de cobre y estaño, lo que le da propiedades superiores al cobre puro. El bronce era utilizado para la fabricación de armas, herramientas y objetos ornamentales. El bronce permitía crear utensilios más resistentes y duraderos que el cobre.

Por último, la cerámica era otro material utilizado en esta época. La cerámica se fabricaba mediante la cocción de arcilla en hornos. Se utilizaba para la elaboración de recipientes como vasijas, jarras y platos. La cerámica también se utilizaba para la realización de figurillas y objetos decorativos.

En cuanto a las técnicas de trabajo de estos materiales, se utilizaban diferentes métodos. Para trabajar el cobre y el bronce se utilizaba la técnica de fundición, que consiste en derretir el metal en un horno y verterlo en moldes para obtener la forma deseada. También se utilizaban martillos y cinceles para dar forma y acabado a los objetos.

La cerámica se fabricaba mediante la técnica de modelado, en la que se moldeaba la arcilla a mano o se utilizaban moldes para dar forma a las piezas. Posteriormente, se cocían en hornos para que adquirieran su dureza y resistencia final.

Espero que encuentres en los tras entornos, utilizados como enterramiento durante el calcolítico peninsular, la fascinación histórica que buscas. ¡Hasta pronto!