Navetas de enterramiento
Estos monumentos llamados navetas de enterramiento, que sólo se encuentran en Menorca son, junto a las taulas, las construcciones más conocidas de la prehistoria de la isla.
Las navetas de enterramiento, o "navetas" a secas, son monumentos de uso funerario que aparecieron durante el bronce antiguo y medio, unos siglos antes de la aparición de la cultura talayótica.
Hoy se cree que pudieron ser una evolución de los dólmenes o sepulcros megalíticos, pues presentan algunos rasgos en común con estos. Sin embargo, su técnica constructiva ya incorpora unos avances de lo que iba a ser la construcción en tiempos talayóticos.
Uno de los rasgos que estas construcciones heredaron de los dólmenes es la losa perforada para dar acceso a la cámara mortuoria. Consiste en una losa que cortaría el acceso desde el corredor de entrada, pero que se le ha practicado un agujero, habitualmente rectangular, de dimensiones suficientes para permitir la entrada de las personas.
En algunos dólmenes, así como en las navetas, se puede ver un rebaje practicado en los lados del hueco, destinado a encajar otra losa plana que sirva de cierre. Esta losa perforada representa la separación entre el mundo de los vivos y el de los muertos y, posiblemente, sólo se podía acceder al interior por ciertas personas, "iniciadas" a los ritos funerarios.
Las navetas tienen forma de nave invertida (de eso viene su nombre) pero, sin embargo, las navetas más antiguas tienen planta ovalada, o casi circular, lo que las asemeja todavía más a los dólmenes, que estaban rodeados de un circulo o elipse de piedras (el peristálito).
De esa forma, las navetas más modernas parecen haber evolucionado hacia la forma de nave, más conocida por todos. Del mismo modo, la cámara interior empezó siendo ovalada y evolucionó a la forma absidal, o de herradura muy alargada.
Aunque no hay navetas del tipo antiguo (llamadas de tipo intermedio por su intermediación entre el dolmen y la naveta "pura") que se conserven en un estado suficientemente bueno como para saber si tenían un segundo piso, lo mas probable es que no fuese así, y que el piso superior fuese otra característica añadida en las navetas más tardías.
El mejor ejemplo de estas lo tenemos en la Naveta des Tudons, que se conserva en un estado prácticamente perfecto. Esta naveta tiene forma claramente absidal y alargada, posee un piso superior, y ha perdido la losa perforada, que ha sido sustituida por una simple entrada hecha con piedras rectangulares, dos a modo de jambas y una encima a modo de dintel.
Aunque las navetas empezaron a construirse antes de la llegada de la cultura talayótica, suponen también una evolución de la técnica constructiva megalítica hacia la técnica constructiva ciclópea.
Esta técnica se diferencia de la técnica megalítica, propia de los dólmenes en que que, en estos, el interior está hecho con grandes losas planas puestas verticalmente (ortostatos), y en la técnica ciclópea el interior está hecho con piedras de tamaño intermedio, encajadas en seco.
Por último, el que todas las navetas hayan sido construidas antes de la llegada de la cultura talayótica no impidió que siguiesen siendo utilizadas en pleno talayótico. Así, en las excavaciones arqueológicas que se han hecho, se han encontrado pocos restos correspondientes a fases pretalayóticas, y sí muchos restos, ajuares, y enterramientos de época plenamente talayótica.
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