Granja calcolítica de Son Oleza - La granja más antigua de Mallorca

En primer lugar hay que aclarar que el nombre de “granja calcolítica” no es apropiado si atendemos a la teoría aceptada más ampliamente por los arqueólogos de Mallorca, y como se verá en el último párrafo.

Son oleza
Vista de un buen tramo del muro del este de la granja.

El yacimiento tiene tres zonas claramente distinguibles en relación a su cronología: Lo más vistoso monumentalmente hablando es un talayot circular que forma parte del gran centro ceremonial talayótico de Son Ferrandell-Son Oleza, y fechado con carbono-14 en el siglo 10 AC.

Luego, menos monumental pero mucho más extensa, está la granja que da nombre al yacimiento. En principio se pensó que era de la Edad del Cobre por el hallazgo de abundantes restos de hoces de sílex y fragmentos de cerámica campaniforme incisa, y por eso se la llamó “granja calcolítica”.

Se trata de un recinto aproximadamente rectangular de unos 50 por 70 metros, construido con paredes secas de unos dos metros de grosor. En las paredes norte y sur del recinto hay sendas puertas aunque, como faltan algunos tramos de los muros del recinto, no se puede saber si había más.

En el interior, cerca de la esquina sudoeste, se pueden ver las paredes de dos cabañas naviformes adosadas, aunque sus aberturas apuntan en direcciones opuestas, al contrario de lo que suele ser normal en este tipo de construcciones.

Cerca de la esquina noroccidental del recinto, y adosado a la parte exterior del muro, hay un recinto rectangular al que se le ha atribuido la función de aljibe. Esto es así porque, al lado de las dos cabañas se puede ver el tramo final de una acequia que parece originarse en este aljibe, aunque su tramo inicial está prácticamente desaparecido.

Son Oleza Mallorca
En el interior del recinto, aún se puede observar un sistema de canalizaciones para agua.

Tanto el aljibe como la acequia estarían recubiertos en su interior de barro cocido para impermeabilizarlos.

Al final de esta acequia, y adosado a la pared más occidental de las cabañas, hay un pequeño recinto donde desemboca la acequia, por lo que sería una especie de fuente o bebedero, seguramente compartido por los humanos y sus animales.

Muy cerca, casi pegados a la esquina sudoeste del recinto (y en su interior) hay unos restos de paredes muy destruidas que pudieron pertenecer a otra cabaña naviforme.

Índice
  1. ¿Qué hallazgos encontraron en Son Oleza?
  2. ¿Cómo llegar a Son Oleza?

¿Qué hallazgos encontraron en Son Oleza?

Los hallazgos de este yacimiento fueron muy abundantes:

  • Centenares de fragmentos de hoces de sílex lenticuladas.
  • Puntas de cobre.
  • Brazaletes de arquero (que ahora se considera que eran más bien para afilar objetos).
  • Botones de marfil de elefante perforados en “V” (típicos pretalayóticos).
  • Abundantes fragmentos de cerámica, algunos de ellos de tipo campaniforme incisa.

Como anécdota, se encontraron “coladores” cerámicos que se usaban para hacer queso, y pesas de telar. Los restos orgánicos encontrados también eran muy abundantes: huesos de cabra, oveja, cerdo, perro, buey y caballo. La datación radiocarbónica de estos restos dio fechas entre los siglos 25 y 13 AC.

ceramica campaniforme
Ejemplos típicos de cerámica Campaniforme (Incisa y lisa). Este tipo de cerámica, con algunas variaciones en cuanto a las formas, se extendió por una buena parte de Europa Occidental durante la Edad del Cobre o "Calcolítica." Se puede considerar que este tipo de cerámica es la más hermosa y de más perfección de toda la cerámica prehistórica de las islas.

Esto nos muestra una estampa muy rica de la vida de las varias familias que debían habitar en este lugar: las ovejas eran sacrificadas relativamente mayores, por lo que se aprovechaban principalmente para leche (y queso) y lana, que se tejía en los telares para hacer prendas de vestir y mantas.

Los cerdos se sacrificaban muy jóvenes, lo que apunta a que eran la principal aportación cárnica.

Los bueyes, aunque pequeños, eran seguramente apreciados por su capacidad de trabajo, y los caballos deben corresponder a épocas ya muy tardías y posiblemente sólo como fuente de alimentos.

La tercera zona del yacimiento, a unos pocos metros hacia el sudoeste del recinto rectangular es un pequeño grupo de estructuras circulares (muy mal conservadas y de escasa altura) que, aunque inicialmente se creyó que se trataba de sepulcros megalíticos, la mayoría de los arqueólogos los consideran cabañas.

restos de cabaña circular
Restos de una de las cabañas circulares del asentamiento calcolítico.

Seguramente esos muretes, construidos con piedras de escaso tamaño, nunca fueron demasiado altos y, si atendemos a una técnica constructiva muy difundida en la prehistoria, servirían de apoyo a troncos que constituirían la estructura de la cabaña. Tanto las paredes como el techo de las cabañas estarían hechas con cañas, juncos o pequeñas ramas, impermeabilizadas con barro, y apoyándose en el “esqueleto” de troncos.

Estas cabañas sí parecen corresponder a la Edad del Cobre, y este asentamiento sería el responsable de la abundancia de hojas de sílex en los alrededores, incluso donde posteriormente se construiría el gran recinto rectangular.

Así, la teoría más difundida dice que el recinto rectangular, en lugar de ser una granja del calcolítico, corresponde más bien a los inicios de las construcciones naviformes, a principios del Bronce Antiguo. La abundancia de restos de datación anterior de debe, simplemente, a que ya estaban allí cuando se construyó.

Estos restos nos indican un hecho bastante constatado en la prehistoria isleña: los primeros habitantes tenían abundantes cultivos (casi seguro de cereales) y hacían hoces tallando sílex para recolectarlos.

Debían practicar agricultura de rozas, es decir, quemando una parte del terreno para luego aprovechar el enriquecimiento temporal de las tierras por parte de las cenizas. Pero este tipo de cultivo agota la tierra en un espacio relativamente corto de tiempo, por lo que, a lo largo de la edad de bronce, la economía debió depender cada vez más en la ganadería, hasta la desaparición casi total de la agricultura en la época talayótica. De hecho, no se encuentran hoces de sílex en los asentamientos posteriores al calcolítico.

¿Cómo llegar a Son Oleza?

  1. Saliendo de Valldemossa hacia Banyalbufar, pasamos el desvío a Deià y el desvío a la marina de Valldemossa (donde se encuentra el santuario de Son Mas), ambos a nuestra derecha.
  2. El siguiente desvío a la derecha conduce a Vistamar y, el siguiente, hacia el predio de Son Oleza, que ahora es una urbanización. Debemos internarnos por esta carretera y pasar de largo la casa grande (Son Oleza).
  3. Continuando hasta una bifurcación, seguimos por la izquierda y, unos metros más allá, nos encontraremos con la caseta de un transformador eléctrico. Nos internamos a pie por el sendero que sale al lado del transformador, perpendicularmente a la carretera y, tras sortear varios obstáculos, unos 200 m. al sur nos encontramos este yacimiento.
  4. Continuando menos de 100 m., siguiendo la falda de la montaña a nuestra derecha, encontraremos un hermoso talayot, el talayot norte del complejo ceremonial de Son Ferrandell - Son Oleza. Siguiendo en la misma dirección, nos encontraremos luego un gran muro, que separa los terrenos de Son Oleza de los de Son Ferrandell.
  5. Al otro lado, podemos encontrar los otros tres talayots que corresponden al mismo centro ceremonial, además de abundantes restos adicionales.

TAMBIÉN PODRÍA GUSTARTE LEER:

Subir