Prehistoria: refugio en ella para los días de lluvia.

La Prehistoria es una etapa fascinante que abarca desde la aparición de los primeros seres humanos hasta la invención de la escritura. Durante este largo periodo, nuestros antepasados se enfrentaron a innumerables desafíos para sobrevivir, y uno de ellos fue el clima. En días de lluvia, cuando salir a cazar o recolectar alimentos era prácticamente imposible, nuestros ancestros se refugiaban en cuevas y abrigos rocosos, buscando protección y resguardo.

Estos refugios prehistóricos no solo les proporcionaban abrigo, sino que también se convirtieron en espacios para la expresión artística y la comunicación. En las paredes de estas cuevas, nuestros antepasados dejaron huellas de su paso por el mundo, plasmando pinturas rupestres que nos hablan de su vida cotidiana, sus creencias y sus habilidades. Estas representaciones artísticas nos permiten adentrarnos en la mentalidad y la forma de vida de aquellos tiempos remotos, y constituyen una invaluable fuente de información para los arqueólogos y antropólogos que estudian la Prehistoria.

Índice
  1. Construcción prehistórica: técnicas y materiales
  2. Viviendas en la Edad de Piedra

Construcción prehistórica: técnicas y materiales

La construcción prehistórica se refiere a las técnicas y materiales utilizados por las civilizaciones antiguas antes del desarrollo de la escritura y la historia registrada. Aunque no se dispone de registros escritos de este período, se han descubierto numerosos restos arqueológicos que nos proporcionan información sobre cómo se construían los edificios en ese momento.

Las técnicas de construcción utilizadas en la prehistoria variaban según la región y el período en el que se encontraba cada civilización. Sin embargo, hay algunas técnicas comunes que se encuentran en muchas de estas construcciones.

Una de las técnicas más utilizadas en la construcción prehistórica es el apilamiento de piedras. Esta técnica consiste en apilar piedras sin utilizar ningún tipo de argamasa o adhesivo para unirlas. Este método se utilizaba para construir muros y estructuras defensivas, como los dólmenes y los menhires.

Otra técnica común era el uso de tierra y barro. En muchas culturas prehistóricas, se utilizaba barro mezclado con paja u otros materiales orgánicos para construir paredes y techos. Esta mezcla se moldeaba en forma de ladrillos o adobes y se dejaba secar al sol. El barro también se utilizaba para revestir las paredes y proporcionar aislamiento térmico.

En algunas regiones, se utilizaban materiales naturales como la madera y la paja. Estos materiales se utilizaban principalmente para construir estructuras más ligeras, como cabañas y refugios temporales. La madera se cortaba en postes y vigas, y se unía con cuerdas o nudos.

La paja se utilizaba para cubrir los techos y proporcionar aislamiento.

Además de estos materiales básicos, también se utilizaban otros recursos naturales en la construcción prehistórica. Por ejemplo, algunas civilizaciones utilizaban huesos o cuernos de animales para reforzar las estructuras o crear herramientas de construcción. También se utilizaban conchas marinas y piedras de colores para decorar las fachadas de los edificios.

Viviendas en la Edad de Piedra

Durante la Edad de Piedra, las viviendas eran construcciones simples y rudimentarias. Los primeros seres humanos habitaban en cuevas naturales, aprovechando las formaciones rocosas para protegerse de las inclemencias del tiempo y de los peligros de la naturaleza.

Con el paso del tiempo, el ser humano comenzó a construir sus propias viviendas. Estas se caracterizaban por ser pequeñas estructuras hechas con ramas, pieles de animales y huesos. Su principal finalidad era proporcionar abrigo y seguridad.

En algunas zonas, como en el Paleolítico, se encontraron viviendas construidas con huesos de mamut. Estas estructuras eran conocidas como "yurts" y eran utilizadas por los cazadores y recolectores nómadas. Los huesos de mamut eran ensamblados para formar una especie de tienda de campaña, que permitía a estas comunidades moverse con facilidad en busca de alimento.

En el Neolítico, con el desarrollo de la agricultura y la sedentarización de las comunidades, se comenzaron a construir viviendas más duraderas. Estas eran conocidas como "casas con foso". Consistían en una estructura circular construida con madera y barro, rodeada por un foso de protección. Estas viviendas podían albergar a varias familias y contaban con diferentes áreas para dormir, cocinar y almacenar alimentos.

Otro tipo de vivienda común en la Edad de Piedra eran las estructuras conocidas como "cabañas". Estas eran construcciones más simples, hechas con ramas y pieles de animales. Las cabañas eran utilizadas principalmente por los cazadores y recolectores, ya que permitían una movilidad más fácil y rápida.

Que la Prehistoria sea tu refugio en los días de lluvia, y que siempre encuentres en ella la pasión y el conocimiento que buscas.

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