Los monumentos de Menorca.

Los primeros indicios de pobladores humanos que tenemos en Menorca se remontan hacia el final del tercer milenio AC, protagonizados por las gentes que traen consigo la utilización del cobre, así como la plena introducción de las habituales especies domesticadas, ocurrida en Mallorca con los primeros pobladores. Estos pobladores vinieron posiblemente de la Península Ibérica, de donde trajeron la corriente del megalitismo, reflejada en la construcción de dólmenes con fines funerarios (más o menos al mismo tiempo aparecen también los dólmenes en Mallorca). Aunque hay dólmenes en todo el archipiélago, los ejemplares de Menorca se han conservado mucho mejor que los de Mallorca, además de que son más.

Aquí te proponemos un "viaje" a traves de los distintos monumentos que puedes encontrar en Menorca: puedes ver primero los dólmenes, seguidos de los hipogeos, que son cuevas artificiales de enterramiento. Puedes continuar con las habitaciones Naviformes o Navetiformes, que son las construcciones de hábitat típicas de épocas pretalayóticas aunque, en muchos casos, su utilización perduró muchos siglos más.

Ya en el bronce antiguo aparecen las primeras diferencias entre las dos islas: en Menorca se construyen las navetas de enterramiento, o simplemente navetas. Desde este momento, se puede observar que las culturas de Menorca y Mallorca, si bien discurren paralelas, presentan tantas diferencias entre sí, que casi podrían haber recibido nombres diferentes. Así, tenemos los talayots, monumentos que, aunque tienen el mismo nombre en las dos islas pueden llegar a presentar grandes diferencias de forma, tamaño, y es posible que también de función. Están tambien los poblados amurallados que en algunos casos en Menorca casi alcanzan el rango de ciudades, las taulas que son los santuarios exclusivos de Menorca y, por último, otros monumentos difíciles de encajar en una sección propia.